“Hasta los campeones de memoria necesitan notas para recordar cosas” trascribe el neuropsicólogo Álvaro Bilbao.
En la Fundación Ciclista de Castilla la Mancha (FUCICAM) hace unos meses pusimos en marcha el proyecto “Cerebros Ciclistas”. El objetivo principal del proyecto es fomentar la práctica de actividad física al aire libre en personas con Daño Cerebral Adquirido y sus familiares y amigos a través del uso y disfrute de la bicicleta, handbikes (bicicletas propulsadas por las manos) y/o triciclos .
El eslogan “Nadie dijo que el primer paso para avanzar no se pudiese dar, pedaleando” que se ha creado para la ocasión, es una auténtica declaración de intenciones con la que simplificar el gran esfuerzo que las personas con daño cerebral adquirido, sus familias y asociaciones, realizan en su vida diaria para seguir evolucionando en el tratamiento de esta lesión.
El Daño Cerebral Adquirido hace referencia a cualquier lesión sobrevenida en el cerebro. Las principales etiologías del Daño Cerebral Adquirido son los accidentes cerebrovasculares (ACV), también conocidos como ictus y los traumatismos craneoencefálicos (TCE). Se trata de cuadros clínicos generados por la interrupción, más o menos repentina, del flujo sanguíneo en una región del cerebro. Ello da lugar a una isquemia y una pérdida de la función de la que es responsable esa área del cerebro (Federación Española de Daño Cerebral).
Tener una lesión en el cerebro presenta problemas muy severos en todas las esferas de la vida de una persona (motoras, sensoriales y neuro-cognitivas) ocasionando pérdida de independencia funcional. Las repercusiones laborales, sociales, recreativas, vocacionales y económicas, tanto para las personas que lo han sufrido como para sus familias son un hecho importante a tomar en consideración desde el punto de vista de lo que el movimiento puede hacer por todos ellos.
Múltiples estudios en los últimos años han demostrado que el aprendizaje motor mejora la movilidad perdida, el equilibrio, la marcha, la resistencia cardiovascular y la capacidad funcional, tanto en programas de rehabilitación como tras el alta hospitalaria (Bayón y Martínez, 2008; Mirallas, 2004 a, b; Sánchez y López, 2006). Para lograrlo, los autores recomiendan trabajar por objetivos reales y concretos, el movimiento orientado a la reproducción de tareas y/o actividades funcionales. Alguno de los ejercicios aconsejables para empezar, serían todos aquellos relacionados con las prensiones, transferencias, marcha, resistencia cardiovascular y ejercicios de fuerza. La dosis de movimiento debe orientarse a acciones repetitivas, intensas y trabajadas de manera individualizada, sin que haya por el momento estudios que fijen bajo evidencia científica el volumen o la intensidad adecuada de aplicación.
Aquí te dejo el link de una Guía de Actividades Físico-Deportivas orientada a personas con Daño Cerebral Adquirido que editó el IMSERSO en 2011 , su autor es, entre otros, Juan José García Hernández:
Nuestra propuesta desde FUCICAM es el uso de la bicicleta convencional, la handbike, el triciclo o cualquier variante de bicicleta, de manera que se favorezca la práctica de actividad física. El uso de la bicicleta coincide con las recomendaciones realizadas anteriormente: Es una herramienta de carácter lúdico que permite a la persona disfrutar de la grata sensación de moverse mucho más rápido y más libremente, que lo que muchas veces nuestro cuerpo nos permite. En este caso además, el pedaleo proporciona una tarea repetitiva, intensa e individualizada al 100 %, que puede compartirse al aire libre con la familia y amigos.
Importantísimo: Cuando las actividades físico-deportivas se realizan con carácter lúdico, hay que evitar la sobreprotección por parte de la familia y amigos del deportista con daño cerebral (Núñez, 2004; Snyder y McDade, 2007).
Ser capaz de ver en tu familiar o amigo sus capacidades y no sus limitaciones, así como trabajar al máximo por mejorar su riqueza motriz y habilidades, será la clave que elimine cualquier barrera.
“Si lo entiendes, lo aprendes y si lo aprendes, lo aplicas” Sé Libre, Fluye.
Freedom & Flow.
Beatriz Crespo
Bibliografía de Consulta:
(1) Bilbao, A., y Díaz, J. L. (2008). Guía de manejo cognitivo y conductual de personas con daño cerebral. Manual para profesionales que trabajan en la rehabilitación de personas con daño cerebral. Madrid: IMSERSO.
(2) Bayón, M., y Martínez, J. (2008). “Plasticidad cerebral inducida por algunas terapias aplicadas en el paciente con ictus”. Rehabilitación, 42 (2), 86-91.
(3) Mirallas, J. A. (2004a). “Avances en la rehabilitación del paciente con enfermedad cerebrovascular”.Rehabilitación, 38 (2), 78-85.
– (2004b). Evidencia científica de los progresos en la rehabilitación de la enfermedad cerebrovascular.Rehabilitación, 38 (5), 246-249.
(4) Sánchez, I., y López, L. (2006). “Rehabilitación del déficit motor y de la discapacidad física de causa neurológica”. En I. Sánchez, A. Ferrero, J. J. Aguilar, J. M. Climent, J. A. Conejero, M. T. Flórez, A. Peña y R. Zambudio (Eds.), Manual SERMEF de rehabilitación y medicina física (pp. 557-568). Madrid: Paramericana.
(5) Núñez, S. (2004). “Actividad Física y Deporte en Daño Cerebral”. En A. Bilbao (Ed.), Guía de familias (pp. 168-169). Madrid: FADACE.
(6) Snyder, R., y McDade, S. (2007). “Enfermedades neurológicas”. En K. M. Walsh y M. Cuppett (Eds.), Medicina general aplicada al deporte. Madrid: Elsevier.